Carlos Sánchez

La dehesa muestra su lado ecoturístico al Consejero de Fomento Medio Ambiente de JCyL

El bosque mediterráneo, sometido a los rigores climatológicos del estío, ha mostrado sino su mejor aspecto del año al menos lo que le hace un ecosistema único: su gran resistencia a la canícula al Consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que, esta mañana, ha visitado la Reserva Biológica de Campanarios de Azaba en Salamanca. La resistencia natural de las especies mediterráneas al déficit hídrico característico de la estación no es nada extraño, lo es sin embargo la alarmante pérdida de superficie de bosque mediterráneo y dehesa, ese bosque sabio y aliado del hombre, que palautinamente se está produciendo tanto por abandono del mundo rural como por aprovechamientos productivos intensivos que no tienen en consideración el entorno. Es por ello que la Fundación Naturaleza y Hombre ha querido mostrar que el bosque mediterráneo y la dehesa pueden coexistir con el hombre y favorecer su desarrollo, como el aprovechamiento ecoturístico que se ha iniciado en la Reserva Biológica Campanarios de Azaba, al Consejero de Fomento y Medio Ambiente Juan Carlos Suárez-Quiñones y el equipo de gobierno que le acompañaba: el Director General de Medio Ambiente Jose Angel Arranz Sanz, el Jefe de Servicio Territorial de Salamanca Juan Carlos Martín Muñoz, el Delegado Territorial Bienvenido Mena Merchán, el Asesor del Delegado Jeremías Rodríguez Boyero, la Jefa de Prensa del Delegado Eva Martínez Duque y la Jefa de Gabinete Ana Díaz-Rincón Cotelo. “La preciosa dehesa salmantina observada en ruta hasta la reserva biológica le ha dado la bienvenida” en palabras de Juan Carlos Suárez-Quiñones. Quien ha agradecido a FNYH la invitación para conocer “una iniciativa muy relevante para el territorio de Castilla y León, ya que es un ejemplo magnifico de lo

Luchamos contra la azolla en las lagunas

Fundación Naturaleza y Hombre ha finalizado recientemente los trabajos de retirada del helecho azolla que habían colonizado la superficie de un par de lagunas en la Reserva de Campanarios de Azaba. La Azolla filiculoides, también llamada helecho de agua, es una planta invasora, originaria de América, que se propaga rápidamente y termina por cubrir totalmente las charcas, impidiendo el desarrollo de otras especies animales y vegetales. Carlos Sánchez, presidente de Fundación Naturaleza y Hombre, advierte de que la azolla “es un problema ambiental de primera magnitud”, que se ha introducido en los estanques temporales mediterráneos y en las lagunas de las zonas de dehesa en el Oeste Ibérico. “Se trata de un helecho acuático que tiene la característica de reproducirse muy rápidamente y colonizar las lagunas, tapándolas e impidiendo que los rayos de luz entren, y además les aporta muchísima materia orgánica, lo que les provoca una falta de oxígeno enorme. Anfibios, peces y otras especies vegetales desaparecen”. “De una charca a otra la puede trasladar una nutria, un pato… Y es un problema muy grande porque está cada vez más extendida y su retirada es costosísima”, continúa. “Estamos realmente preocupados y en la Reserva Biológica de Campanarios de Azaba estamos tratándola lo más rápido posible para erradicarla de donde la tenemos. Aquí, como estamos haciendo una retirada muy rápida, aún vamos a conseguir que sobreviva parte de la colonia de plantas acuáticas que teníamos antes. Si hubiéramos tardado un poco más no hubiéramos llegado a tiempo”. Carlos Sánchez hace por ello un llamamiento para que cualquier propietario que detecte la azolla en sus fincas se ponga en contacto con Fundación Naturaleza y Hombre. La planta, que no se asemeja a los helechos comunes, tiene