Las dehesas concentran la mayor cantidad de herbívoros. Son el recurso trófico que aprovecha el buitre negro, nidificante en las escarpadas sierras, acudiendo a alimentarse de las bajas que se producen esporádicamente entre vacas, cerdos y ovejas que pastan libremente en el campo. Las dehesas son bosques abiertos de encina, alcornoque y roble, creados por la actividad del hombre desde hace siglos. Es el ecosistema que ocupa la mayor superficie en el Oeste Ibérico. Inmensas extensiones orlan los principales y más emblemáticos espacios del área.